Es un tipo de vendaje que tiene su tradición en los países de Asia, Corea y Japón. La técnica es la aplicación de un esparadrapo elástico (más conocido como kinesiotaping) que mejora la función de la musculatura sin limitar los movimientos; partiendo de la base de que el movimiento y la actividad muscular son imprescindibles para mantener o recuperar el segmento dañado.
Mejora, por tanto, el movimiento, la circulación sanguínea, linfática y la temperatura corporal del mismo. Entre sus efectos podemos encontrar la función de elevación de la piel; de tracción y además efecto térmico, según el color del vendaje. Pero lo más interesante son sus acciones:
Acción circulatoria, que se consigue a través de la función elevadora del vendaje puesto que amplia el espacio y disminuye la presión, normalizando la circulación sanguínea y linfática.
Acción sobre el tono muscular: tonifica y relaja.
Acción biomecánica: corrige y ayuda al movimiento correcto.
Acción exteroceptiva: estimula la musculatura antagonista protectora.
Acción neurorefleja: actúa sobre los dermatomas, los miotomas, esclerotomas y viscerotomas.